Hay un dicho que dice que debemos conocer nuestra historia para no repetirla. Hay miles de ejemplos que muestran que la historia se repite una y otra vez. Guerras por recursos naturales o posiciones estratégicas en el mapa, oscilaciones económicas…
Parece que estamos saliendo de la crisis, si, pero que nadie tenga la más mínima duda de que volveremos a ver otra gran depresión en 10 o 20 años. La economía oscila y sus altibajos siguen unos patrones de conducta que se repiten una y otra vez. Antiguamente había crisis económicas debido a sequías, enfermedades… y actualmente se deben principalmente a crisis de confianza en el mercado, los valores, los bancos, etc.
La historia de las redes sociales ya la hemos vivido anteriormente. Hace una década había gigantes como Messenger, Napster, My Space… que parecían imprescindibles e indestructibles. ¿Dónde están ahora? En los libros de historia.
En los últimos años hemos visto como se creaban nuevos gigantes tecnológicos como Facebook, Twitter, Instagram, Whats App… El más grande de todos ellos era y es Facebook. Por cierto, ¿Habéis oído el dicho que dice que cuanto más alto subas más fuerte será la caída? Pues Facebook está cayendo y deprisa.
Como he titulado en mi post, Facebook está muriendo de éxito. Os lo explico a continuación.
Basándonos en principios del marketing, cada red social debería estar posicionada en una parte del mercado (un nicho de mercado).
Twitter es la red social de los mensajes cortos, de la información al instante, de las noticias, de interactuar con la TV… todo eso es Twitter.
Instagram es la red social de las fotografías. Comenzó a ser popular porque ofrecía una gran variedad de filtros de edición de imagen y actualmente la importancia de los filtros ha dejado paso a que se ha consolidado como una gran comunidad donde están todos (o casi todos) tus amigos.
¿Qué fue de Pinterest? También se posicionó en las imágenes y perdió la batalla con Instagram. Es lo que tienen las redes sociales. Son muy sociales para las personas pero muy excluyentes entre sí. O usas una u otra (para las que compiten en la misma área).
LinkedIn es la red social del trabajo. Es el lugar en el que buscas trabajo, contactas con compañeros de trabajo, gente que te pueda interesar profesionalmente, etc.
Otro ejemplo es Whats App, que es la red de mensajería instantánea usada por el 99,9% de los españoles pese a que haya apps más potentes como Line o Viber.
¿Y Facebook? Antes estaba posicionada en que era donde estaba todo el mundo, pero ahora todo el mundo está en Twitter e Instagram también, por lo que Facebook ha perdido su esencia diferenciadora. Es más, ese “donde está todo el mundo” se ha hecho literal y ahora en Facebook está tu madre, tu tío, tu abuela… y eso no mola.
En mi caso, si quiero compartir una entrada de mi blog lo hago en Twitter y LinkedIn. Si quiero contactar con un compañero de trabajo lo hago por LinkedIn. Si quiero subir una foto de mis vacaciones o la cena del pasado sábado en mi restaurante favorito la subo a Instagram.
¿Y a Facebook que subo? Esta red social se ha convertido en un sitio tan grande que ya no está especializada en nada y encima hay demasiada gente en ella.
Varios estudios revelan que la mayoría de la gente entra en Facebook a ver lo que hay pero que muy poca gente continúa subiendo fotos, escribiendo mensajes… y cada vez es menos y menos interesante pasar 10 minutos al día en Facebook.
Un 50% de los adolescentes encuestados en el último informe de GWI Social de Global Web Index señaló que han abandonado su uso porque les parece aburrido y un 27% apuntó que la red social ya no es tan «cool» como antes.
El estudio apunta que desde 2013, Facebook se usa de forma más pasiva. Señalan que el uso de esta plataforma para compartir fotografías ó intercambiar mensajes con amigos descendió un 20%.
En definitiva, Facebook tiene los días contados y pronto pasará de nuestras pantallas a los libros de historia. Por suerte, la compañía supo anticiparse a una posible caída de Facebook comprando Instagram, Whats App, etc.
Categorías:Social Media
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