Dos meses después del Black Friday es momento de hacer balance de cómo fueron las ventas antes, durante y después de ese fin de semana.
Aquellos cuatro días de consumo sin freno tienen una parte negativa que voy a comentaros a continuación.
En primer lugar, las ventas de las semanas previas al Black Friday desaparecieron por completo. ¿Quién iba a comprar sabiendo que en diez o veinte días habría unos descuentos de más del 20%, 30% e incluso 50%?. Desde finales de Octubre, las tiendas podrían haber echado el cierre hasta el Black Friday y seguramente hubieran ganado más dinero al ahorrarse los costes de personal y gastos fijos que con las tiendas abiertas y vacías.
Después llegó el Black Friday y las tiendas y centros comerciales se llenaron a rebosar. ¿Quién no compró algo durante esos días? Parecía que el Black Friday llevara entre nosotros toda la vida y que el que no comprara una tele, una lavadora o dos abrigos era un inadaptado de la sociedad y un paleto por no saber aprovechar los descuentazos.
Las ventas fueron brutales. Se juntó la gente que llevaba semanas aplazando sus compras hasta ese momento, la gente que adelantó las compras de Navidad, y la gente que adelantó las rebajas al tener los mismos descuentos que en Enero pero con muchos más modelos y tallas donde elegir que en las rebajas de toda la vida.
¿Y después qué? Gran parte de las compras Navideñas (regalos) ya se habían comprado durante el Black Friday a precios mucho menores, por lo que las ventas durante Diciembre también cayeron.
¿Y Enero? Lo mismo. La gente ya había comprado ese abrigo que quería en las rebajas, esa TV LED de última generación con descuentazo, etc. Las rebajas han sido un fracaso. Prueba de ello es que El Corte Inglés ha lanzado su «Día sin IVA» un 23 de enero, en plenas rebajas.
Las ventas en un establecimiento X antes de que el Black Friday llegara a España seguía una tendencia parecida a esta:
Como podemos ver, las ventas se disparan en Diciembre por las compras navideñas y en Enero por las rebajas.
Según este modelo, al final del periodo analizado se han vendido un total de 3.270 unidades. Los productos vendidos entre Septiembre y Diciembre tenían un precio X = 100. Por contra, en Enero los precios eran Y = 70. El ingreso total es 2.270*100 + 1000*70 = 297.000 euros.
A continuación, vamos a ver un gráfico de cómo han sido las ventas de este mismo establecimiento este año con el Black Friday:
Como vemos en este gráfico, las ventas anteriores al Black Friday se aplazan y las ventas de Diciembre y Enero se adelantan al Black Friday. Por tanto, concentramos las ventas del periodo en los cuatro días del Black Friday.
Según este modelo, al final del periodo analizado se han vendido un total de 3.300 unidades, 30 más que sin el Black Friday. Los productos vendidos en Septiembre, Octubre y Diciembre tenían un precio X = 100. Por contra, en Noviembre y Enero los precios eran Y = 70. El ingreso total es(300+100+700+700)*100 + 1500*70 = 285.000 euros.
Por tanto, tenemos como resultado que hemos vendido 30 unidades más con el Black Friday, pero la facturación ha sido menor porque las ventas de Noviembre con grandes descuentos son menores ventas en Diciembre, Octubre.. con los precios estándar.
El Black Friday nació enfocado especialmente hacia la tecnología, los electrodomésticos, etc. Posteriormente se extendió a todo tipo de productos llegando incluso a rebajar el precio de los coches y las casas, no solo los zapatos y las faldas.
En definitiva, pienso que el Black Friday es una gran forma de estimular las ventas en el sector textil principalmente, pero hay que tener mucho cuidado con que no canibalice las ventas de los meses cercanos y a un menor precio en otros sectores como los electrodomésticos, la tecnología en general, los automóviles… porque si te compras unos zapatos en Noviembre puedes comprarte otros en Diciembre o Enero, pero si te compras una TV o lavadora nueva en Noviembre, entonces hasta dentro de X años no vas a volver a comprar otra.
Categorías:Marketing
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